31.10.06

Deslizes

Veo el spot de Ciutadans y leo su propuesta de resolver la agónica situación del castellano en territorio catalán. Hay que volver a dignificar el castellano, dicen. Y no han encontrado mejor forma de hacerlo que deslizando pequeñas faltas de ortografía. Un "Raul" sin acento, un "que" o un "donde" interrogativos sin acento, y algunas más que no harían más que redundar en esta sutil carencia. Así es preferible que no me representen. Prefiero seguir "relegado" con "r" simple y no "haireado" con hache.

30.10.06

Fígaro, resucita

El toque de atención lo hizo saltar Ferran Monegal, un presentador de Barcelona TV, que tiene un programa cada martes, y donde se dedica a poner en tela de juicio nuestra impoluta e inmaculada variedad televisiva. En una de sus entregas de los martes (un martes del siglo pasado) analizaba el tratamiento que de las elecciones catalanas hacían los diversos informativos nacionales. En todo este tiempo ha cambiado sólo una cosa: que Urdaci, gracias a Dios, ya no está entre nosotros (es un decir). Eso hace que en los telediarios de Televisión Española comiencen informando por el repeinado Mas, sigan con el alegre Montilla o el incombustible Carod y acaben con la templanza (parcial) de Piqué. De Saura, el representante de Iniciativa per Catalunya, ni rastro. Menos aún de Miralles, líder de Esquerra Unida. Vamos, un desastre. Y, con todo, algo ha cambiado, al contrario que Antena 3, que sigue obstinado en colocarnos en portada a un partido, el PPC, que a duras penas intenta sobrevivir como cuarta fuerza política en Catalunya. Mientras tanto, Ciutadans, con Albert Rivera a la cabeza, se quejan del poco espacio que reciben en las cadenas catalanas, y uno se plantea si sus demandas deberían ser atendidas y, en este proceso democrático, nos viérmos en la obligación de escuchar las peroratas del Partido Humanista o de la Falange, con la misma representación que Boadella y compañía. Imagínense, entonces, dónde quedarían Saura, Joan Herrera o Inma Mayol. Al menos, darían sentido a la fecha elegida para depositar el voto. A los demás, ir a la urnas y acercarnos al cementerio, según costumbre.

19.10.06

Exposición de Paco Nadie


Acaba de llegarme este cartel de mi amigo Paco Nadie, artista extremeño (o francés, depende de la ocasión) afincado en la mediterránea Gijón (permítanme el disparate). Expondrá su obra en el complejo cultural de Las Claras (Plasencia) a partir del 10 de noviembre. Acudan a ella, porque merecerá la pena. Seguro. Ya me gustaron las fotografías que me enseñó en Santander, y que aparecieron en el catálogo de la Diputación. Gozan de una profundidad visual excelente, una capacidad para envolver al espectador y manejarle durante los diez segundos que retiene su mirada. Es un artista que deja habitar sus cuadros. Si además de todo esto no les he convencido, les diré, de paso, que obtuvo una beca monumental (de la Junta de Extremadura, creo) que avala su exposición. Y si además añado que el primer sitio donde se exponen es Plasencia... En fin, que el arte moderno aterriza en la ciudad a destiempo, pero con ganas.

15.10.06

"La gente es la gente, y puedes hacer Match point en Nueva York, en Londres y en París. Hasta en Oviedo podría encontrar personajes parecidos. Al fin y al cabo, las personas de hoy no son tan diferentes; sobre todo en las grandes ciudades, que tienen teatros, restaurantes, museos, donde viven a toda velocidad, son cosmopolitas, sofisticadas, como en Barcelona. Por eso intento que mis historias cuadren en todas partes”
Woody Allen

13.10.06

O´Henry nos cuenta un cuento

Sabemos que el cuento, en la tradición literaria española contemporánea, es poco menos que un pariente lejano. Y no por familia poco numerosa, sino por falta de interés de los padres. Claro, esto provoca ciertas carencias, algunas de las cuales tienen que ver con la falta de interés lectora por parte del alumnado. Quién sabe. A lo mejor si nos hubieran dignificado el relato como una pieza fundamental de nuestra literatura, puede que los hábitos fueran otros. De hecho, si se tiende a comentar, con y sin mala idea, que lo mejor de la literatura en castellano del siglo XX no está en España sino en Hispanoamérica, es una consecuencia de estos huecos que no hemos sabido rellenar desde aquí. Aunque sería más justo delimitar en no haber podido hacerlo. No yo, que nunca he sido un buen escritor de relatos. Hablo más bien del poco interés por dignificar a un buen puñado de escritores. Sí, aún nos acordamos de Aldecoa. O leemos a Quim Monzó. Pero el abanico es más amplio. Qué diferencia con la literatura norteamericana. Allí, al menos, podían ganarse la vida (entre interrogaciones, se entiende) colaborando en periódicos o revistas. Cito varios nombres: Fitzgerald, Capote, Carver, Faulkner, Tennesse Williams, Ford. Sin embargo, de todos ellos me quedo con un cuentista y un libro, inferior a los citados, pero con una fuerza literaria evidente y una desenvoltura admirable. El autor se llama O´Henry. El libro, Cuentos de Nueva York, actualmente publicado en Espasa. Es un conjunto de relatos ingenuos, con una inocencia literaria maravillosa. De hecho, esa pequeña moralina que habita en ciertos cuentos puede advertirse ya desde el comienzo en sus relatos. Da igual, los seguimos leyendo como si no hubiera pasado nada. Sus personajes son seres planos que se ayudan del entorno para construir su propio camino. Y lo consiguen. Vaya si lo consiguen. Son seres que sufren, que se desenamoran, que lo intentan. Son relatos reales. De gente real. Y aunque saben que su vida se delimita a las páginas de un libro, ponen todo su empeño en contar su historia. Necesitan hacerlo. De otra forma, todo ese caudal de emociones que nos nutre la vida quedaría muerto sin que nadie lo sepa, parafraseando aquel poema de Ángel González. Su magia reside en que no hay magia alguna, sólo una rutinaria forma de existir. También de amar. Son personajes que viven al margen y sin embargo actúan como nosotros, diciéndonos que cualquiera puede estar, sin saberlo, fuera del círculo. Y si se mueven con movimientos torpes, es porque todos somos un poco torpes cuando la vida se nos tuerce y perdemos el equilibrio. Lo interesante es que parece que los haya escrito un niño con mucha experiencia. O un adulto sin la experiencia necesaria para entender el mundo, y se dedica, al final, a vivir del cuento.

10.10.06

La paradoja del escritor

El escritor, sobre todo el novel, se enfrenta a un terrible drama: la paradoja de su historia. El novelista maneja entre las manos una narración que ha sido o será contada por muchos más escritores de los que él piensa y, sin embargo, será leída por muchas menos personas de las que imagina. Y entre tanto esa descompensación queda a un lado cuando se imagina solo, en una habitación, escribiendo.

4.10.06

El lenguaje perverso

Con hablar no basta. Hace falta, también, leer entre líneas, el espacio en blanco que queda entre frase y frase y que, a veces, nos cuenta más cosas que la propia historia. Y si uno lee el interlineado, descubrirá esos extraños vicios del lenguaje. La tautología, por ejemplo. Recuerdo dos topográficas. Vall d´Aran o "valle del valle" es uno de ellos. O plaza Bibrambla (bib es un prefijo árabe que significa plaza, y que los granadinos resuelven fonéticamente añadiendo una "a" tan castiza como acertada). No sólo topográfica, también política. En los EEUU. Explíquenme por qué un partido se hace llamar republicano, si ya viven en una república, y el otro se denomina demócrata, si viven en un sistema democrático. Pero no sólo de tautologías vive el hombre. También de paradojas. De paradojas perversas. Vean, si no, qué significa ser popular en este país. O peor: ¿a quién defiende el defensor del pueblo? ¿A qué pueblo?, ¿al suyo?, ¿o sólo al pueblo popular? (Advertencia: el último interrogante no debe leerse como una tautología ni como un epíteto, sino como un ejemplo de la triste y desafortunada perversidad de nuestra lengua).