26.2.13

Matriz desposeída. Últimas voces...


Hoy me ha llegado al correo Matriz desposeída. Últimas voces de la poesía en Extremadura, una antología que corre a cargo de Rafael Morales Barba y Mario Martín Gijón y que reúne a 12 autores de la región, nacidos entre 1970 y 1981. Lo publica la colección Abezetario, de la Institución Cultural "El Brocense".Un placer acompañar a Javier Rodríguez Marcos, José Antonio Llera, José María Cumbreño, Antonio Reseco, Daniel Casado, Mario Lourtau, Elena García de Paredes, Julio César Galán, José Manuel Díez, Luis Darío y Urbano Pérez Sánchez.
Lo de matriz desposeída pertenece a Campos Pámpano, por cierto. Más allá de la referencia y del homenaje, la antología me parece una muestra de la buena salud de la poesía extremeña de un tiempo a esta parte. 

22.2.13

Lectura de Á.V.

Álvaro Valverde publica una estupenda reseña sobre Un lugar para nadie.

15.2.13

Placentinos en la luna

Como indica Álvaro Valverde, el poeta José María Cumbreño nos lee.

12.2.13

Al margen

"Una de las ventajas -acaso la única- de no existir para el mundo es que un hombre puede reinventarse"

                                                       La ofensa, Ricardo Menéndez Salmón

11.2.13

Lecturas

En su blog Libre con Libros, Manuel Pecellín publica una breve reseña sobre Un lugar para nadie. Y Simón Viola, en Notas al margen, un fragmento del poema que cierra el libro.

7.2.13

En Revista de Letras, con Iván Humanes

Hace justo un año, el escritor barcelonés Iván Humanes inició unos diálogos ficticios tomando como punto de partida Dimensión de la frontera. Al poco le correspondí con otro texto de esas características cuando publicó su libro Los caníbales. Ahora ha montado otro diálogo, espléndido, con Un lugar para nadie de fondo. Una muestra, en definitiva, de que la ficción sólo se entiende a partir de la ficción. Lo publica, como siempre, Revista de Letras.

2.2.13

En la revista Excodra

La historia de la literatura superviviente tuvo dos momentos interesantes. Uno de ellos es el curioso periplo de la obra Os Lusíadas. El otro es el encuentro con un poema rescatado de la cárcel de Pawiak, la que fue prisión principal del gueto de Varsovia. De esos dos hechos hablo en el último número de la revista Excodra, a petición del incansable Rubén Darío, su director.