26.4.08

Entrevista en el Hoy

«Escribir para mí es una necesidad, no una utilidad»
A.S.O. PLASENCIA
Hoy, 24 de abril de 2008

Nació en Plasencia hace 27 años y ya tiene publicado por la Editora Regional su primer poemario, ‘La tristeza del eco’. Actualmente reside en Barcelona, donde trabaja como profesor de Literatura. Ahora ha vuelto para presentar el libro dentro de la ‘Primavera Literaria’.

-¿Por qué ha querido presentar el libro en Plasencia?
-Porque tiene una especial significación. No por haber nacido aquí, sino porque es una ciudad que también aparece en los poemas aunque no se cite. Junto con Barcelona. Siempre hay una conciencia de pérdida y nostalgia.
-La ciudad es una constante de la obra pero también el viaje...
-Es que yo he escrito para saber qué ciudad habitaba. Este libro tiene tres ejes: el viaje, la ciudad y la memoria. Cada uno tiene un reverso. La ciudad es entendida como un laberinto por el que perderme; la memoria es del presente, intentar tener conciencia de lo que uno vive; y el viaje es interior, circular, elíptico. Uno visita un lugar para saber de él. El viaje es el medio, un proceso de reconocimiento de ti mismo a través de esos lugares y te permite saber qué hay de ti en ellos una vez te has ido.
-Después de ‘La tristeza del eco’ qué viene...
–Dicen que uno escribe siempre el mismo libro. Tengo otro terminado y trabajo en el tercero. Aunque cambie de voz siempre hay ciertas cosas que uno intenta... Ser más preciso o buscar ese trasfondo en la poesía. Escribir para mí es una necesidad, no una utilidad. Me sirve para saber qué me rodea, es un modo de comprender lo que tengo a mi alrededor y de conocer e interpretar qué tipo de ciudad habito o qué relaciones tengo con los demás. Me ubica en el mundo.
-¿Espera seguir publicando?
–El segundo poemario hace un año que está acabado. Intento no estar condenado al ostracismo y lo intentaré publicar. Formalmente, representa mejor las cosas que este primero.

21 de abril

Ojalá, me digo ahora, que "efímero" tuviera la misma etimología que "efeméride". Y, si no, da igual. Hace unos años escribí: "Nada es eterno,/ salvo lo que perdura". Que se encarge, entonces, mi memoria.


21.4.08

Joan Brossa, por Efi Cubero

Recomiendo efusivamente la entrevista que realizó la poeta Efi Cubero a Joan Brossa, hace ya una década. Aunque se publicó originariamente en varias partes, la revista Libro de artista nos la ofrece íntegra. Un testimonio imprescindible para entender quién fue el artista, y una iniciación sugerente para los que volvemos a Brossa después de varios años. Una recomendación: degustadla poco a poco, sin prisas.

17.4.08

Pequeños equívocos con importancia

Ayer me llegó un par de paquetes que llevaba esperando. En un portal de internet encontré dos libros de José Antonio Gabriel y Galán que no tenía. El primero, sano y salvo, desde una librería madrileña. El segundo, de una librería murciana, se equivocó. Esperaba un volumen con una selección de poemas de José Antonio y me encontré con una antología de José María. Y, encima, con un calendario espantoso en sus páginas centrales. Me costó entender que era de este año. Estoy seguro de que si lo miro encontraré otra fecha muy lejana al 2008, y a mí me gusta este nuevo siglo.

9.4.08

Francisco Brines, un poema

Lamento en Elca

Estos momentos breves de la tarde,
con un vuelo de pájaros rodando en el ciprés,
o el súbito posarse en el laurel dichoso
para ver, desde allí, su mundo cotidiano,
en el que están los muros blancos de la casa,
un grupo espeso de naranjos,
el hombre extraño que ahora escribe.
Hay un canto acordado de pájaros
en esta hora que cae, clara y fría,
sobre el tejado alzado de la casa.
Yo reposo en la luz, la recojo en mis manos,
la llevo a mis cabellos,
porque es ella la vida,
más suave que la muerte, es indecisa,
y me roza en los ojos,
como si acaso yo tuviera su existencia.
El mar es un misterio recogido,
lejos y azul,
y diminuto y mudo,
un bello compañero que te dio su alegría,
y no te dice adiós, pues no ha de recordarte.
Sólo los hombres aman, y aman siempre,
aun con dificultad.
¿Dónde mirar, en esta breve tarde,
y encontrar quien me mire
y reconozca?
Llega la noche a pasos, muy cansada,
arrastrando las sombras
desde el origen de la luz,
y así se apaga el mundo momentáneo,
se enciende mi conciencia.
Y miro el mundo, desde esta soledad,
le ofrezco fuego, amor,
y nada me refleja.
Nutridos de ese ardor nazcan los hombres,
y ante la indiferencia extraña
de cuanto les acoge,
mientan felicidad
y afirmen inocencia,
pues que en su amor
no hay culpa y no hay destino.