25.11.10

Francisco Brines, un poema

Aceptación en la terraza.


Saliste a la terraza
pensando que la brisa de la noche
podría devolverte al que eres siempre.
Mas la tibieza que en tu cuarto había
era un ámbito allí, bajo la calma
de alejadas estrellas.
Olvidar pretendías unas horas
todavía recientes, la penumbra
que acercaba el latido de los dos,
y tus palabras que serenas eran
como si a nadie las dijeses. Viste
la emoción de su rostro, su contorno
quemarse de belleza;
y esas mismas palabras te llenaban
de dolor y de sombra.


De nada te sirvió, cuando quedaste
solo, cegar la luz,
hacer brotar desde un rincón la música,
fortalecer tu fe con su joven pureza.
Sobre tu frente se rompían olas
gigantes: el calor
detenido del día,
el naufragio de un hombre que entregaba
la pasión de su vida en el espectro
doliente de la música (aún
como si la esperanza le alentase),
y te ardía el espíritu
porque sentías declinar tu vida.


Para ser el que fuiste
sales a la terraza, para ver
si un frío súbito derriba pronto
la plenitud del corazón. Tocas
el aire oscuro con los labios, oyes
los gritos fatigados de la calle,
la luminosa altura te estremece.
El tiempo va pasando, no retorna
nada de lo vivido;
el dolor, la alegría, se confunden
en la débil memoria,
después en el olvido son cegados.
y al dolor agradeces
que se desborde de tu frágil pecho
la firme aceptación de la existencia

21.11.10

El arte de desaparecer II

Ya podéis consultar la segunda entrega de El arte de desaparecer. En la revista Calidoscopio, que dirigen Jordi Corominas y Sonia Antón.

17.11.10

Escarcha y fuego

Edición preciosa la del homenaje a Miguel Hernández, Escarcha y fuego. La vigencia de Miguel Hernández en Extremadura. A los textos de autores extremeños se le suman varias ilustraciones. El conjunto es un libro que, como ocurre con el reciente Chéjov comentado (Nevsky Prospects), gusta enseñar. Enhorabuena a Manuel Simón Viola por coordinar el proyecto y por la más que interesante introducción. Lo mejor, para uno, que su participación sea compañera de varios amigos. Lo mejor, en general, que este libro forme parte de un necesario homenaje a un autor al que redescubrir siempre. Sobre todo, en su biografía.

1.11.10

Efectos colaterales

Un par de amigas tienen que buscarse la vida esta misma semana si no quieren que su coche acabe en un depósito. El ayuntamiento de Barcelona ya les va avisando: el Papa no es compatible con los automóviles. Tampoco es compatible con los ciudadanos, que no podremos pasear por donde nos plazca el próximo fin de semana. Un par de días en los que estar encerrados o con una pancarta o con una senyera. En realidad, esa es la ciudad que espera nuestro alcalde: barceloneses recluidos en sus casas (si las tienen) y los turistas paseando a sus anchas.