27.4.07
24.4.07
Nos queda la palabra
Gran día el de ayer. Por tres motivos: el primero, poder celebrar en mi ciudad una tradición que no he dejado de practicar nunca, aunque fuera con un tulipán de madera, como me ocurrió el año pasado, que me pilló celebrando el Sant Jordi en Amsterdam; la segunda, la concesión del Cervantes a un poeta imprescindible, el mejor poeta en lengua castellana de la actualidad, Antonio Gamoneda; la última, ver en el Liceu a Paco Ibáñez, algo que me trajo de vuelta aquel vinilo de mis padres y las canciones que han ido acompañándome siempre, como un pequeño ejercicio de resistencia. Tot plegat, las Ramblas, Gamoneda, Paco Ibáñez, me llegan hoy, un día más tarde, y no se separan, porque me explican mejor que nadie por qué estoy aquí, escribiendo, por qué soy lo que soy.
22.4.07
La radio
Pertenezco a una generación que no ha crecido con la radio, que llegó a ella tarde y siempre por la vía del programa deportivo. Poco más escuchaba yo con catorce años. Me consta que así fue para muchos que nacimos en los ochenta o alrededores. Pero me consta también que desde el momento en que decidimos incorporar las ondas a nuestra rutina hubo algo que no dejó de acompañarnos: la necesidad de que alguien nos hablara desde el otro lado. Alguien a quien pudiéramos imaginar, con admiración, inquietud o lascivia, alguien incompleto al que había que configurar a partir de varios fonemas. Un narrador invisible, y sin embargo tan certero como la memoria. Crecí escuchando las historias de Hablar por hablar, presentado entonces por Gemma Nierga, a quien puse cara, no muy diferente a la real, por cierto. Un programa, dicho sea de paso, que continúa en antena, aunque sin la fuerza que tuvo al comienzo. Recuerdo comentar con mis amigos las historias más inquietantes de la noche, como si hablar de ellas supusiera reconocer que comenzábamos a descubrir la vida. Historias que ocurrían muy lejos de Plasencia, y que la radio las había acercado como por arte de magia. Una democratización en toda regla, capaz de sobrepasar el lastre que impone la distancia, viniendo a nosotros con una velocidad cálida y definitiva. Como si el hecho de escuchar historias ajenas nos hiciera capaces de comenzar a emitir nuestro propio veredicto. Juzgar lo que importa. Valorar lo que permanece en las personas. De todo ello guardo un recuerdo nítido, porque sólo lo que tiene importancia permanece. Creo, al fin, que todo aquello fue el culpable de que conquistara otro territorio: la lectura. En uno de sus lados más siniestros: no basta con contar historias, sino que eso que se explica consiga despertar la conciencia de quien escucha.
Por eso, en definitiva, me supuso un enorme placer volver a la radio. Esta vez al programa La magia del verso, presentado por Jordi Subirà en una cadena local. Radio Cornellà, para más señas. La entrevista fue enteramente en castellano, como su programa, aunque la cadena esté subvencionada por una entidad que depende de la Generalitat de Catalunya. Volver a casa y escuchar los poemas que elegí para la ocasión me trajeron de vuelta a lo que uno sintió cuando se escuchaba por primera vez en otra radio local, aquella vez de Granada. La voz se percibe de otra manera, la musicalidad es diferente, incluso el auditorio cambia: un lector al que no ves y sin embargo sabes que existe.
Pertenezco a una generación que llegó tarde a la radio. ¿Será por eso que sentimos nostalgia de lo que no conocimos? Una nostalgia, ya digo, de aquellos lugares que siempre acontecían a mucha distancia, con la tímida convicción de permanecer siempre en otra parte.
20.4.07
La masia, Joan Miró
"La masia es, por encima de todo, el cuadro de un exiliado, la amalgama en una sola imagen de la intensa carga de la experiencia inmediata de la tierra natal y una nostalgia igualmente profunda por ella. Todos los elementos de la masía aparecen plasmados con una fidelidad incomparable, desde las hojas de los árboles hasta todas y cada una de las grietas de sus viejas paredes, pasando por las piedrecillas sobre la tierra rojiza de Tarragona. El paisaje constituye un auténtico paisaje de los recuerdos, un verdadero artilugio mnemotécnico. Miró transmite la añoranza que le causa el alejamiento a través de una especie de censo visual, un recuerdo exacto de todo cuanto es (o era) importante en la masía de su familia."
Robert Hughes, Barcelona
¿Pero hubo alguna vez...?
"... habían dos líneas de investigación"
Así respondió Mariano Rajoy a la pregunta de una ciudadana. Pasará desapercibido, pero a mí me preocupa que esta gente se encargue de defender la lengua en la que hablo. Claro, le habrá prestado Álvarez Cascos un diccionario, aquel María de Molina que aún siguen buscando los lexicógrafos. A ver si de paso encuentran la palabra cordura. Y el significado de desvergüenza.
16.4.07
La velocidad de la quietud
La exposición sobre Hammershøi y Dreyer en el CCCB es magnífica. Enhorabuena a los comisarios. Han creado un ambiente inmejorable para comprender no sólo la relación entre los dos artistas, sino la luz empleada en sus obras. De hecho, en algunos cuadros del danés es fácil sentirte parte integrante del lienzo, atravesando un pasillo donde se cuela el sol, con puertas medio abiertas y ventanas que iluminan el polvo que circula por la estancia siempre geométrica de las casas del norte. Han sabido hablar de las dimensiones de la claridad, de su alcance imperceptible, del juego de sombras que sitúan cada cosa en su sitio. Así, nos han hecho comprender que la habitación es también un tema literario. Y el hogar, un mundo desde donde redescubrir la vida.
13.4.07
Ciudadanos de segunda
Pensé que podría, que aguantaría hasta el final, pero no he tenido el valor para terminar de ver el vídeo. Hablo del documental que emitió Telemadrid, "Ciudadanos de segunda". Me lo pasó esta mañana una compañera, otra profesora que tuvo que cerrar su ordenador indignada ante la cantidad de mamarrachadas que soltaban estos impresentables. ¿Que aquí traducen tu nombre en cuanto llegas a una escuela pública?, ¿que Jorge deja de ser Jorge para convertirse en Jordi?, ¿que no se dedica ni un minuto a hablar de Cervantes? Vamos, que echan por tierra lo que uno ha venido haciendo en sus clases de literatura española durante dos años.
Últimamente me he hecho muy crítico con el nacionalismo catalán, pero de ahí a lo que he visto... Es lamentable. Y para mayor despropósito se quejan del poco nivel de castellano que tienen por aquí los profesores, cuando en el reportaje ellos mismos cuelan faltas de ortografía en la lengua que defienden. Me ha dejado atónito, ya digo. Lo lamentable es que sea una cadena como Telemadrid quien lo haya emitido, que se embolsa el dinero de todos los madrileños (y de todos los que no lo son). Lo lamentable es que la capital del estado siga siendo un feudo del Partido Popular. Lo lamentable es que defienda mi lengua una mujer que no tiene ni idea de literatura española (recordamos el ridículo que hizo al hablar de la Generación del 98). Lo lamentable es que cubran sus vergüenzas con mentiras, una pandemia que extienden a todos los lugares del estado. Lo lamentable es que campen a sus anchas y no haya una reacción más contundente. Ya va siendo hora de cortar estas agresiones.
10.4.07
Nociones, lugares
Si los libros son capaces de interconectarse, las ciudades, los lugares, también conservan sus particulares puntos de unión, tan invisibles como la lectura, que no ocupa un espacio concreto, sino todos los espacios posibles. A veces he tenido la sensación de que en dos o tres paradas de metro se encierra el mundo. Dar con esos hilos que son capaces de acercar lo que en apariencia permanece distante se convierte en una tarea definitiva, personal, un ejercicio de intimidad que nos supone un poco más libres. Porque no basta con buscar, sino con encontrar. Por eso, regresar a Asturias me ha acercado a un lugar mítico, y mi empatía hacia el paisaje me ha traído de vuelta a lo que uno siente cuando viaja a Portugal. Dos lugares en donde viviría, si es que no lo hago ya. A sabiendas de que para muchos priman más las diferencias que las similitudes, lo cierto es que son dos territorios simétricos, tanto el interior como las zonas costeras. Hace tiempo pensaba que sólo Lusitania era capaz de describirme tal como soy. Desde hace unos días, también ese lugar fronterizo del Cantábrico refleja buena parte de mi conducta. Incluida Vetusta, que en muchos sentidos es lo opuesto a Barcelona. ¿Por qué me atraen tanto las ciudades que son opuestas a mi ciudad? Me ocurre lo mismo con Oporto. Su distancia geográfica con Barcelona es directamente proporcional a la forma que tienen de entender lo que es, o puede ser, un lugar. Y sin embargo mi relación con Oviedo o con Oporto es tan intensa como mi enfermizo apego por Barcelona. Esta paradoja siempre me ha hecho reflexionar, sin llegar a entender qué hay detrás de cada territorio, qué hay en una ciudad para que alguien decida habitarla para siempre. La conclusión es que un lugar es una noción, una manera de ser, una forma de relacionarse y de sentir. Y como somos seres duales, esquizofrénicos, necesitamos un contrario para definirnos. Será cuestión de releer a Rimbaud.
1.4.07
Nido de víboras
Alguien tenía que hacerlo, y lo ha hecho, además, estupendamente. Hablo de José María Lama y de su seguimiento del meme. Recuerda a lo que hizo Caballero Bonald con los personajes de La colmena. Lo acompaña con una sabia elección plástica: Nido de víboras, de Antonio Gómez. Todos, claro, formamos parte de la punta de la pluma. De su movimiento eternamente circular.