César Simón, un poema
Los ruidos
Cuando uno se ha sumergido largos días
en las cosas, pasando los ojos por las aristas
de los muebles, por las superficies;
cuando uno ha estado largo rato detenido
en cualquier lugar de tránsito, un pasillo,
o en el cuarto de baño, de pie, frente al espejo,
contemplando vagamente el blanco
del lavabo,
sin pensar en realidad en nada,
inmerso en los rumores que van llegando:
una moto lejana,
una puerta metálica, al cerrarse,
el melancólico silbo del tren;
uno se dice: esto... Yo..., A palpas,
con un telo en los ojos, tal vez abiertos
a un mundo más lejano, como un radar orientado
a lo más decisivo: el vago gesto
de alguien que dijera: arriba,
el mar, los años, esas piedras
de los pretiles.
De "Erosión" 1968 - 1971
Cuando uno se ha sumergido largos días
en las cosas, pasando los ojos por las aristas
de los muebles, por las superficies;
cuando uno ha estado largo rato detenido
en cualquier lugar de tránsito, un pasillo,
o en el cuarto de baño, de pie, frente al espejo,
contemplando vagamente el blanco
del lavabo,
sin pensar en realidad en nada,
inmerso en los rumores que van llegando:
una moto lejana,
una puerta metálica, al cerrarse,
el melancólico silbo del tren;
uno se dice: esto... Yo..., A palpas,
con un telo en los ojos, tal vez abiertos
a un mundo más lejano, como un radar orientado
a lo más decisivo: el vago gesto
de alguien que dijera: arriba,
el mar, los años, esas piedras
de los pretiles.
De "Erosión" 1968 - 1971
6 comentarios:
Bonito poema, y una buena forma de empezar el año.
Sí, consciente o inconscientemente, para eso lo hice: para que la poesía hablara desde el uno de enero. Escogí a Simón por múltiples razones. Esta es una. Un abrazo, Juan.
Gracias por hacer de mensajero, Àlex, aunque las noticias no sean buenas... Por cierto, no me había pasado por tu blog. Le echaré un vistazo con calma.
Un abrazo
Quedas, pues, invitado con sumo gusto. Por si en Elca encuentras, aunque no busques, a la Maga. Un abrazo.
Gracias por avisarme del estropicio de la pecera, Álex.
Y qué triste la erosión de estos versos.
:) Un abrazo.
Qué erosión más seguida: la de Simón y la de la pecera. Habrá que dosificarse para la próxima vez. Un abrazo.
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