Ángel González
Poco después de dejar el río Tevere y marchar hacia una de las plazas más hermosas de Roma, Campo de Fiori, pregunto al quiosquero por los diarios españoles. El único, El País. Me sorprendió ver en primera página a Ángel González. Premio o muerte.
A menudo pienso que la llamada generación del 50 me enseñó a leer, y que la otra generación, la menos conocida, la de de Simón o Gamoneda (o más lejos Gil-Albert), me enseñó a escribir. El primer libro de poemas que recuerdo haber comprado fue en el 95, en unas vacaciones estivales en Granada, en la desaparecida librería Urbano. Tenía una portada curiosa. Era una antología de Ángel González, publicada en Alianza Editorial. Me pilló por sorpresa su inquietante cercanía, muy del gusto de un adolescente que siempre estaba en otra parte, alguien que veía alejarse una infancia feliz y se cuestionaba por primera vez el sentido de la vida. De él salté a Gil de Biedma, y de Gil de Biedma a José Agustín Goytisolo y de éste a Brines. Luego vinieron Caballero Bonald, Valente y Claudio Rodríguez. No sé si también Barral. Pero Ángel González fue el primero. De él he de decir, de paso, que memorizo un poema, algo que comparto con el mítico texto de Gil de Biedma "No volveré a ser joven". El poema se llama "Muerte en el olvido". Su final aparece como cita en el libro que publico ahora en la Editora Regional. Que quede, al menos, escrito en esta isla, también, lejana.
Muerte en el olvido
Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...
13 comentarios:
Un grupo de profesores y voluntarios estamos colaborando con nuestras voces en un wiki que recoge algunos de sus poemas. Si quieres colaborar, ya sabes, grabas un poema y lo cuelgas.
http://angel-gonzalez.nirewiki.com
Un saludo.
Lástima de pérdida la de Ángel González, suerte que nos quedan sus palabras.
Interesante blog.
Por cierto, un texto de Álvaro Valverde sobre tu ciudad, aquí:
http://lavoieonze.blogspot.com/2007/12/vista-de-la-catedral-de-plasencia.html
Hola, he llegado aqi desde las "afinidades", y t escribo pq compartimos algunas: poesía, doctorando en granada y viviendo en Barcelona... ¿seremos más?
jorgediazmartinez@hotmail.com
Me encanta esa frase sobre el aprendizaje de la lectura y de la escritura. Probablemente es difícil encontrar un poeta (o lector de poesía) de una edad aproximada a la nuestra que no haya "comenzado" por el grupo de los 50. Me ocurre algo parecido a ti: A. González también fue uno de mis primeros autores, y aunque luego me alejé muchísimo de su estética, he conservado el cariño hacia su obra. Tuve la suerte de oirle recitar hace unos años en el bonito patio del Museo Marès;creo que era de esos poetas que saben sumar atractivos a sus poemas por medio del recitado.
También tengo, por cierto, la vieja antología de Alianza, bien manoseada.
Un abrazo.
Intentaré hacerlo, Antonio. Vaya por delante que, aunque no sepa, me parece una estupenda iniciativa, por lo que de herramienta de trabajo se refiere y por su valor emocional.
Bienvenido, Tucumán.Había leído el texto hace un mes o así, no recuerdo. Grancias, no obstante, por darme el enlace exacto.
Querido Jorge, lo del blog es algo que se expande con facilidad, y encima con blogs tan interesantes como las afinidades..., ni te cuento. Te escribo y nos vemos. Un abrazo.
Caro Juan. Esto de las similitudes comienza a ser un viejo oficio entre nosotros. Me pasó lo mismo que a ti, o como bien dices lo mismo que a buena parte de nuestra generación. Comenzamos a leer por ahí, por eso le tenemos un especial cariño. Yo le escuché en Granada, y luego estuvimos cenando con él en un hermoso jardín de Granada, en el Campo de los Mártires. Era un picoteo y he de decir que se apropió de un plato y no lo soltó en toda la noche, jeje. Fuerte abrazo.
enhorabuena por el blog...
comparto afinidades y amor a la ciudad
que te respira...
yo respiro en santander y compañero
en ciertas refriegas con vicente.
un saludo
Gracias, Balbón. Aunque he visto alguna de esas refriegas en youtube (no sé si estabas en alguna) espero que algún día me cuentes algunas más. Un abrazo.
Ya lo visité, Mara. Gracias por la complicidad, tan fácil cuando uno habla y escribe de poesía. Y no es un tópico.
El año pasado este poema (y otros) estaba pegado a los cristales de los autobuses de Granada, y me enamoró, y siempre siempre siempre olvidaba el nombre del autor.
Hoy lo he vuelto a encontrar por casualidad,
así que ¡GRACIAS! :)
y un abrazo
Unos se van y otros llegan... estamos destinados a las despedidas, pero también a las bienvenidas...
¿Para cuándo tu libro? No quiero perdérmelo.
Un abrazo
JM
Estupendo, Lluernlalia, que hayas reencontrado el poema en esta isla. Es un texto magnífico, así que volver a encontrarlo, años después, debe ser maravilloso.
Gracias, José Manuel, por intentar no perdértelo. Una alegría, por mi parte, saberte lector. Espero que en un plazo muy breve tengas noticias de él. Un abrazo.
¡Me encantan las coincidencias! Llegué a tu blog desde las afinidades electivas porque me encantó el último poema, a las afinidades electivas llegué (hace ya tiempo de la primera vez) hoy por un enlace que tenía enlazado un blog que me encanta. Y hasta aquí el mundo de Internet y de los blogs que es así... La entrada sobre Ángel González... que, al fin y al cabo, es bastante frecuente... y mi poema favorito (con el que le homenajeas)... Y si hasta aquí todo te sigue pareciendo probable... pues no, no lo es... es el primer post sobre Ángel González en el que veo este poema. ¡Gracias! Me parece que volveré para perderme :D
La belleza habita en el ojo ajeno, el que mira con ternura... que cierto y que bello lo tuyo.
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