20.7.07

De camino a La Habana

Hoy he recibido dos libros deliciosos. El primero, por la tarde, lo tenía encargado desde hacía una semana. Se trata de La Ciudad de las Columnas, un libro de fotografía con tema habanero y acompañado por magníficos textos de Alejo Carpentier. Entre ellos, el que le dedica a los balcones. El segundo ha sido un regalo de mi amiga Noelia. En este caso, el valor es doble. Se llama La Habana [captions], una rareza muy bien editada, y del que sólo se sacaron cincuenta ejemplares. En su origen fue el regalo del director de Emecé a su novia cubana de entonces (creo que su mujer cubana de ahora). Un homenaje de cumpleaños que juntó a Cabrera Infante y Frederic Amat y cuyo eje es esta ciudad cubana.
Ambos libros han llegado a mi casa y descansan sobre la mesa, reposando, porque el viaje será largo, y no todos los días uno espera conocer por primera vez el lugar donde nació. Como dice un refrán cubano: "La Habana, quien no la ve no la ama".

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Bonita frase. Es curioso, muchos tenemos un sentimiento especial con la Habana, pensamos que la amamos sin haber estado nunca. Tal vez a través de la literatura, el cine o los encuentros casuales con cubanos nos han hecho conocer y sentir esta ciudad.Pero en el fondo lo que realmente amamos es el deseo de poder ir algún día y esperar a que vuelvan los que la visitan, para que mientras nos hablan de ella poder seguir amándola en la distancia.

12:45 p. m.  

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