El corazón, la nada
Tres son las citas que abren el libro El corazón, la nada, de Eduardo Moga. La primera pertenece a T. S. Eliot: "En la poesía, como en la vida, nuestra tarea consiste en sacar el máximo partido de una mala situación"; la segunda, de Antonio Gamoneda: "Sea la luz/ un acto humano"; y la última, de Emilio Adolfo Westphalen: "Me deslumbra tanta noche". Con este punto de partida, como para no seguir hasta el final.
3 comentarios:
Ciertamente hermosas. El arte de citar es sagrado. Escribir nos desnuda. Citar nos desnuda doblemente. Como bien indicas, una presentación así nos obliga felizmente a leer al menos la siguiente página del libro. Sea el corazón la nada.
Ya sabes: uno se escribe a sí mismo cuando lee. Y si escribir es prescindir de la ropa, leer es dajarse la piel. Te animo a que lo sigas. Un abrazo, caro Borona.
Quise decir "dejarse", en lugar de "dajarse", sin duda un verbo más literario, por metafórico, en aquello de la fonética.
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