Procesos
Que la obra de Franz Kafka puede entenderse en clave autobiográfica es un descubrimiento que no se atribuye este blog. Sin embargo, dedicarse a comprobar las conexiones entre vida y literatura siempre es un trabajo gustoso. Como ejercicio, podemos entretenernos en acercar posturas entre Charlie Parker y Johnny Carter, el emblemático personaje de El perseguidor. Volviendo a Kafka. Nadie mejor que él mismo para entender su novela El proceso. En la entrada del 20 de diciembre de 1910, de sus Diarios, puede leerse: “Continuamente tengo en mis oídos una invocación: «¡Ojalá vinieses, tribunal invisible!»”. Porque ¿quién puede decir que el propio K. no lo espera ardientemente?.
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