La espera
-Mi padre me pegaba, y a los diez años me escapé con una tribu de gitanos.
-No -repuse -. Cuéntame la verdad.
-Mi padre me pegaba y me pasé la infancia esperando a la tribu de gitanos.
Los ojos vendados, Siri Hustvedt
-No -repuse -. Cuéntame la verdad.
-Mi padre me pegaba y me pasé la infancia esperando a la tribu de gitanos.
Los ojos vendados, Siri Hustvedt
6 comentarios:
Qué manía con la verdad:-)
Todos esperamos, esa es la verdad, la tribu de gitanos, el tío de Ámerica o el príncipe azul. Y la única verdad suele ser la espera. Supongo que por eso es tan fácil notar un pellizco de emoción con estas líneas.
Si estuviera en Barcelona, sería asidua de vuestros recitales.
Un saludo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
También resulta difícil de creer que unas cuatro líneas nos hagan pensar sobre la verdad.
Bueno, es mucho más difícil cuando hay cinco y una sobra, porque ésa nos distrae. Pero desde luego es díficil hacer pensar sobre la verdad en cuatro líneas e incluso en cinco, aunque ninguna sobre.
Ojalá, sí, Olga, andaras por aquí y vinieras como invitada y como espectadora.
Y trataras, con nosotros, de sobrellevar esa espera.
Un abrazo.
La verdad, en ese sentido, no tiene unas líneas exactas. Ni siquiera palabras precisas. Así que lo mejor es no molestarse demasiado en preguntar por su forma exacta. No hay medidas concretas, sólo aproximaciones.
Otro abrazo, José Manuel.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio