9.5.07

Sobre la oralidad

Conocí a Josep Pedrals en Morille, cuando todavía era un encuentro de poetas en un entorno rural. Cuando nos servía para conocer a otros escritores y pasar con ellos una estupenda velada, en mitad (textualmente) de ninguna parte, aunque se trate de un pueblo que está a escasa distancia de Salamanca. De entre las cosas buenas que me traje, que fueron muchas, una de ellas fue trabar amistad con este poeta catalán. Su inquietud es contagiosa, así que no es difícil comenzar a idear proyectos. Entre ellos, hoy, comiendo, hemos empezado a configurar una programación poética titulada "poetas d´anada i tornada", o lo que es lo mismo: "poetas de ida y vuelta". La idea es que nos visiten una serie de poetas de otras partes de la península, y sirva para que el público barcelonés conozca por tandas a autores extremeños, andaluces, cántabros, gallegos, castellanoleoneses o madrileños. El lugar, l´Horiginal, un local delicioso donde poder ejercer este extraño no-oficio de la lectura poética. La intención, no obstante, es que el contacto sea bidireccional, es decir, que estos autores catalanes también lleguen a públicos diferentes, y no estrictamente al lector catalanohablante.
Sin embargo, el objetivo no es sólo conocer la literatura que se lleva a cabo en otro lugar, sino la diferencia que tenemos a la hora de leer nuestros propios poemas. Me lo decía Pedrals hoy: una cosa es la lectura y otra el recital. Catalunya tiene una tradición de recitales poéticos envidiable, tanto que hay gente que logra hacer de ellos su medio de vida. Su manera de recitar se encuadra dentro de la antigua tradición juglaresca, como si el espíritu trovadoresco gozara aún de cierta vitalidad. En esto se asemejan a la literatura provenzal. De ahí que sus recitales sean más teatrales: se levantan, cantan (algunos), se mueven por la sala, bromean, improvisan (pronto comenzará un campeonato de poesía improvisada, al más puro estilo de los versolari vascos). Por eso, el recital es diferente al concepto de lectura. Yo vengo de algo distinto, como la mayoría de autores que he conocido en Extremadura, en Andalucía, en Castilla(s) o en Cantabria. Una lectura más sobria, más austera, y quizás por ello más íntima. Nos vale con sentarnos en una silla, frente al libro, y comenzar a leer ajustando la voz al silencio, como si nuestra palabra fuera por un cauce distinto.
Dos maneras de leer y dos maneras de hacer llegar la literatura. Ahora sólo falta que intentemos conocer todos los lugares que ocupa la poesía. Y descubrir, al fin, que lo que importa no tiene un lugar preciso.

5 comentarios:

Blogger Lourdes Domenech ha dicho...

¿Lectura o recital? Tal y como lo defines es un binomio antinómico. Y por lo que explicas, sí lo es. Aunque debo reconocer que no había caído en la diferencia.

Como quiera que los planes que dibujas van a concretarse en Barcelona, espero poder escaparme y asistir. ¿Para cuándo? Del dónde ya he tomado nota.

Nos tendrás informados, ¿verdad?

3:49 p. m.  
Blogger Álex Chico ha dicho...

La idea es comenzar en septiembre o en octubre. Dependerá de las ayudas y, sobre todo, de la disposición de los invitados. Por descontado, espero que asistas, aunque tengas que acercarte desde Blanes. Un abrazo.

3:52 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un encuentro de poetas en Barcelona. Contigo como socio. Y en Septiembre.
Experimentar cómo la poesía toma los bares, las calles, la ciudad …
Impactos emotivos que abrirán de seguro nuevos espacios.
Allí estaré-mos. Segura además de que ya contarías con ello.

Y … “austera”. Qué palabra más sugerente! Tanto como recibir esta gran noticia.

8:27 a. m.  
Blogger Sergio Sastre ha dicho...

Me sumo al -mos de estaré-mos con annie. Un septiembre sin visita a Barcelona empieza a ser un septiembre medio vacio (o medio lleno) pero solo medio.

12:38 p. m.  
Blogger Álex Chico ha dicho...

Aquí os tendremos, pues, según costumbre. Así da gusto repetir las cosas. Una abraçada.

1:50 p. m.  

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