De política
Aunque no practique mucho la crítica política en este blog, lo cierto es que, de tanto en tanto, suelto algunas opiniones. Vistos algunos comentarios (anónimos, casi siempre) muy malintencionados y comprobada la irascibilidad de algunos lectores, optaré por hablar lo menos posible de política. Paso de que intenten etiquetarme y mucho menos de poner en mi boca cosas que no pienso. Como decía aquel viejo lema anarquista, ni Dios, ni patria, ni amo. Tres cosas en las que no creo.
9 comentarios:
Pues voy a censurarte, Chico. En tu propio panfleto no debes coartarte en decir lo que piensas, hasta ahí podríamos llegar.
Y al que no le guste, que no te lea.
Amos anda, que diría aquélla.
No es tanto una coacción, sino hastío, cansancio, yo qué sé. Lo cierto es que me siento más cómodo hablando de otras cosas, la verdad.
Aun así, agradezco ese interés, amigo.
Querido Álex, ya sabes cuál es uno de mis lemas, robado a Voltaire, defenderé tu derecho a decir lo que quieras aunque no esté de acuerdo. No te cortes.
un beso
javier
Querido Alex, estoy con Le poinçonneur, aunque también te entiendo. Mi abuela decía:"contra palabras necias, oídos sordos". Es tu espacio y lo gestionas como te dé la gana, tú y sólo tú eres dueño y señor y absolutamente nadie debe coartarte. "Amos anda"
Un abrazo (cortito que hace una calorrrrrrr). María José.
Gracias, María José y Javi. La cosa no viene de ahora. Es más bien, como decía antes, un cierto cansancio, de afanarse en buscar lo que nos separa más que lo que puede unirnos. Una especialidad de los políticos actuales, por cierto.
Es una virtud -como dirían aquellos- saber dónde y con quién hablar de política. De hecho, tiene mucho más de político tu mensaje que los comentarios de los que habitualmente se suelen atribuir la bandera de "políticos" (o de los que presuntamente hablan de política con tanta facilidad).
Agradezco tu comentario. Hablar de política o de religión (por simplificar la cuestión)es algo que me agrada mucho, pero a medida que he ido ganando lecturas y clases he ido perdiendo personas. Y es que a día de hoy, exceptuando profesores, autores (actuales o no) y a cinco o seis personas en mi vida cotidiana, ya no sé cómo se habla con el resto. Repito, no sé.
Citando el hermoso lema que menciona Javier, cómo me alegraría ver a políticos inmersos en alguna contradicción.
No se podía haber dicho mejor, José Manuel. Lo has explicado estupendamente.
Cuánta razón tiene José Manuel y cómo le entiendo -pues ya verás cuando te eches unos añitos más...-
Besitos.
Me apunto a lo que dices, María José. Mejor dicho, imposible.
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