Metrópolis
A la vuelta de Londres, me reafirmo en la idea de que las grandes ciudades deben funcionar como antiguas polis, ciudades estado, más allá de la nacionalidad a la que pertenezcan. Una ciudad debe ser un pequeño continente, construida para todos, con vocación universal. Por eso, es un placer recorrer una calle de cien metros plagada de restaurantes tailandeses, mexicanos, japoneses, indios o nepalíes. La identidad de una ciudad o es múltiple o no será.
10 comentarios:
Totalmente de acuerdo. Como dijo Atxaga, básicamente somos habitantes de las ciudades, ciudadanos, ¿qué importan los Estados y las naciones?
un abrazo
javier
Sin duda, Javier. A ver si nos empezamos a dar cuenta. Recuerdo una conferencia de Pasqual Maragall, cuando era alcalde, que venía a decir eso mismo.
Abrazos.
Imagino que si en todas esas calles las relaciones humanas siguen siendo igual de extranjeras y complejas, nos olvidaremos tan pronto de la nación en la que se encuentran como del billete de avión con el que llegamos y nos marchamos. Tanto que a veces se nos pierde. Un abrazo, Álex.
De eso se trata, José Manuel: de que se nos pierda el billete de ida y no encontremos fecha para el de vuelta.
abrazos.
santa razon que tienes, me imagino una federacion de polis unidas, como los puntos que salen ahora en los mapas de visitas de los blogs.
Pero eso,sin blogs,ya lo decía el Emperador Juliano, apóstata para los cristianos
Pues, sí, Jordi, es una buena imagen. Mapas internacionales. Me alegra que compartamos opinión.
Abrazos.
un lugar en el que ya no nos cieguen los espejismos de los yihabs, los crucifijos, o las camisetas dolce and gabanna. un montón de asfalto donde los reflejos de los rascacielos nos sirvan de arco iris. barcelona está de camino. mais
elle me manque, raval, mon amour...
Sí, será cuestión de resistencia. Apostar a lo que no podemos renunciar. Como decía Auster, la tierra es tu único exilio.
qué ganas de volver a Londres..
y que lo digas!
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