Firma invitada en DVD
Ya comentamos, a propósito del poeta Juan Salido-Vico, que la editorial DVD, a través de su página web y bajo la coordinación de Juan Manuel Macías, había comenzado a editar un apartado dedicado a escritores contemporáneos. Se titula Firmas invitadas. Agradezco a Juan Manuel que me haya incluido en su última entrega. Por la charla que mantuvimos y por haber publicado el texto que empleé como presentación para La tristeza del eco. El enlace, aquí.
8 comentarios:
muy interesante Álex, un placer leerte. Una pena que no coincidiéramos en Barcelona.
abrazos
Sí,ya me supo mal no haber podido ir a tu charla. Y peor aún no haber estado en esa segunda foto que cuelgas en tu blog.
Con todo, el encuentro barcelonés está cerca, seguro.
Abrazos.
Muchas gracias, de nuevo, por ese link a "las afinidades..." la importancia del blog se la da gente como tú!
Salud y hasta pronto
Agustín
Gracias, Agustín. El mérito, ya dije, es tuyo.
Un abrazo.
Es muy interesante tu visión de la escritura como extensión de la lectura. Interesante, a la par que lógica.
Existimos, sin embargo, otra especie que, siendo lectores nefastos, machacamos los teclados sin saber exactamente qué decir, ni cómo decirlo. De hecho, escribimos sin escribir, puesto que nuestra incapacidad nos deja sin poder plasmar lo que tenemos en la cabeza. Son, en cierto modo, escritos nonatos, habitantes de un Limbo hecho de papel.
Por eso, reivindico la escritura como mera vía de expresión, aunque el mensaje sea vacuo o inaudible. Con la boca emitimos discursos memorables o simples interjecciones de apenas un par de sílabas, pero que sirven para dar fe de nuestras inquietudes.
Gracias, Mina, por tu comentario.
Yo tampoco pondría muchas cortapisas en el hecho de escribir como tal. En esto, no sé quién dijo que si te levantabas de la cama pensando una historia y te acostabas con la misma historia en la cabeza, ya podrías considerarte escritor. La forma sólo acompaña. Lo que de verdad importa, desde mi punto de vista, es la historia que tengamos entre manos.
Un abrazo.
Un abrazo.
Mina, te añado el ejemplo de Roberto Arlt, uno de los escritores argentinos más sensacionales del siglo XX.
Me lo apunto, gracias.
Y gracias por ese abrazo doble :)
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