A los 80
Vuelven a menudo ciertas canciones de infancia, en esa imprecisa década de los 80, años en los que mezclo la suposición con la memoria, un recuerdo intuitivo y a la vez nítido. Una década que nació en un barrio barcelonés y acabó en Plasencia. Un tiempo que comenzó rodeado de pisos y trasporte urbano y terminó rodeado de peñas. Que despertó con el asfalto y se fue con el musgo. Una década en donde aprendí las posibilidades de todos los sentidos. El oído, por ejemplo, al escuchar una ciudad a primera hora de la mañana y el silencio siempre cercano de una urbanización de las afueras. El olor a tierra mojada imposible de percibir debajo de tierra. Y sin embargo, casi dos décadas más tarde, persiste un viejo oficio de emigrante, no de apátrida, porque la patria es algo que viene con facilidad, escuchando ciertas canciones de infancia, en esa imprecisa década de los 80, años en los que mezclo...
3 comentarios:
... la suposición con la memoria. Olores, sonidos, tactos, sensaciones que persisten en nosotros, aunque sean desdibujados. Como la sensación de tener una tiza en la mano, el olor de los bollos del almuerzo, el sonido de una tarima, la luz entrando en la habitación un domingo por la mañana...
:)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Todo a nuestra disposición. Al final, será esto lo que nos permitirá vivir con un poco más de diginidad.
Un abrazo.
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