Cafés, lecturas
1) Mi hermano José Manuel fue ayer a recoger Dimensión de la frontera. Así lo cuenta en su blog. Lo compró en una librería salmantina y se fue a leerlo a un café que aparece en el libro, El Alcaraván, justo al lado de la biblioteca de Las Conchas. Qué mejor que ese lugar para leer el penúltimo poema, "Salamanca. Punto final". Pasé allí media carrera. Fue el primer sitio donde quedé con David Vegue, recién comenzada la etapa universitaria. Donde me iba a leer los libros que compraba en la plaza de Anaya o en la Rúa o que tomaba en préstamo de la biblioteca. El último año me tiraba, a veces, el día entero. Por la mañana dejaban puesto el canal de jazz, así que cambié el aula por el café. Siempre vuelvo.
2) El pasado lunes comenzamos las lecturas en el café La Cigale. Abrieron temporada los poetas Jesús Aguado y Toni Montesinos. José Ángel Cilluruelo ha escrito una crónica estupenda de la noche. El ciclo de lecturas comenzó hace más de dos años y allí seguimos Juan Vico y yo. Ha sido, y es, un lugar de encuentro. No sé cuánta gente ha leído en total. Recuerdo noches estupendas y tengo la certeza de que seguirá así hasta que nos cansemos (próximamente vendrán por allí, entre otros, Joan de la Vega, Iván Humanes, Marta Agudo, Rafa Mammos, Javier Sánchez Menéndez o Francisco José Martínez Morán).
3) Los amigos Fernando Clemot y Nacho Sahún inauguran hoy El nostre racó. Espai La bohèmia, un local en pleno centro de Barcelona. Por las fotos parece un lugar muy atractivo, de esos sitios en los que te imaginas echando muchas tardes y muchas noches. Además, entre semana quieren organizar diversas actividades, desde lecturas hasta conciertos, espectáculos de magia, presentaciones o conferencias.
4) Y por cerrar el cuadrado: mañana se inaugura en Plasencia el café-librería La Puerta de Tannhäuser. Suerte a Álvaro y a Cristina. Ojalá hubiera existido un sitio así cuando vivía en Plasencia.
2 comentarios:
Salamanca.¡qué tendrá está ciudad de la que no podemos irnos nunca los que en ella estudiamos!(aunque vivamos ya a cientos de km) Muy sugerente el título. Espero leer el libro en breve.Félicitations!
Ahí sigue, es verdad. Para bien. Álvaro Valverde decía, con acierto, que no regresaba a Salamanca, porque uno nunca regresa al lugar del que no ha salido.
Espero que te guste el libro.
Un abrazo fuerte.
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